<p>Referente de la cultura y el cine francés, <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/cine/2025/12/28/6950ffc3e9cf4a99658b4585.html» target=»_blank»>Brigitte Bardot</a> personificó como ninguna otra actriz de la edad dorada del cine la emancipación femenina. Convertida en <strong>el gran sex symbol del siglo XX</strong>, su figura rompió moldes, desafió la censura y puso a Saint-Tropez en el mapa mundial.</p>
Admirada por intelectuales como Marguerite Duras, Simone de Beauvoir, Jean-Luc Godard y François Truffaut por su autenticidad y su desafío al patriarcado a través de la libertad sexual, Brigitte Bardot protagonizó cerca de medio centenar de filmes
Referente de la cultura y el cine francés, Brigitte Bardot personificó como ninguna otra actriz de la edad dorada del cine la emancipación femenina. Convertida en el gran sex symbol del siglo XX, su figura rompió moldes, desafió la censura y puso a Saint-Tropez en el mapa mundial.
Admirada por intelectuales como Marguerite Duras, Simone de Beauvoir, Jean-Luc Godard y François Truffaut por su autenticidad y su desafío al patriarcado a través de la libertad sexual, BB, como se la conocía, protagonizó cerca de medio centenar de filmes, algunos de ellos recordados, admirados y, sí, también, deseados.
La Vérité(1960)
La Verdad, como se tradujo en español, aunque sigue sonando mejor en francés, fue dirigida por Henri-Georges Clouzot. Está considerada la obra en la que Bardot alcanzó su cumbre interpretativa metiéndose en el papel de Dominique Marceau. La película fue nominada al Óscar a la Mejor Película en Lengua Extranjera.
En palabras del The New York Times, «probablemente ninguna película en los últimos años -al menos en Francia- ha sido objeto de tanta atención anticipada. Dos años de planificación, seis meses de rodaje, platós cerrados a la prensa y todo culminó con el intento de suicidio de la estrella del drama, Brigitte Bardot. Se había dicho al público que Clouzot estaba convirtiendo a BB en una verdadera actriz».
Juzgada por el asesinato de su ex amante (papel desempeñado por Sami Frey), la joven se encuentra en el centro dramático de los duelos dialécticos entre los abogados de la acusación y la defensa para dirimir si el personaje de Bardot actuó por pasión, venganza, desesperación o si fue un accidente.
El filme es una crítica mordaz a la hipocresía y la doble moral de la sociedad francesa de la época. Durante su rodaje, Bardot y Frey iniciaron un tumultuoso romance.
Le mépris (1963)
Obra de culto de la Nouvelle Vague traducida en español como El Desprecio, Bardot se pone a las órdenes del cineasta Jean-Luc Godard para representar, mediante el personaje de Camille Javal, la desintegración de un matrimonio fruto de la falta de comunicación con su pareja (el actor Michel Piccoli).
La película, una crítica también a la mercantilización del cine, incluye una memorable escena donde Bardot, desnuda en la cama, le pregunta a Piccoli qué partes de su cuerpo le atraen más.
Y Dios creó a la mujer (Et Dieu… créa la femme, 1956)
El filme que la catapultó a la fama mundial. Su baile descalza sobre la mesa es una de las escenas más icónicas de la historia.
Fue un éxito de taquilla en Estados Unidos en 1957, que lanzó al estrellato internacional a Brigitte Bardot, convirtiéndola en un símbolo sexual, causando polémica entre grupos religiosos, que la condenaron.
Juliette Hardy (Brigitte Bardot) fue adoptada por un anciano matrimonio de Saint Tropez. Al alcanzar la edad de 18 años su mayor placer es disfrutar de la juventud, acudir al salón de baile y lucir su magnética belleza por toda la localidad, lo que provoca que el acaudalado armador Eric Carradine (Curd Jurgens) se encapriche de ella. Pero Juliette está enamorada de Antoine Tardieu (Christian Marquand), hijo mayor de una familia que posee un humilde astillero. Antoine no desea más que una fugaz aventura con ella, no como su hermano mediano Michel (Jean-Louis Trintignant), quien sí que está realmente enamorado de Juliette.
En cas de malheur (1958)
Titulada en español como En caso de desgracia o El amor es mi oficio y dirigida por Claude Autant-Lara, la película opone al entonces cinquentón Jean Gabin, que encarna un serio abogado, a la exuberante veinteañera Bardot, una joven delincuente sin recursos que busca un letrado prestigioso para sacarla de un lío judicial.
La película consolidó aún más el éxito mundial de Brigitte Bardot; el mercado extranjero generó una ganancia de 2.500.000 dólares para el productor Raoul Lévy
El personaje que representa Gabin termina rendido a la belleza de Yvette, la joven que encarna Bardot, y acepta representarla legalmente, a pesar de las terribles consecuencias que ello conlleva. El filme cuenta con otra escena que cimenta la imagen de icono sexual de ‘BB’. En ella, la actriz insinúa, enseñando las piernas, cómo compensará a Gabin si este acepta el caso.
François Truffaut la calificó como una de las mejores películas de Autant-Lara y la comparó con las obras de Jean Anouilh.
La muñeca y el bruto (1969)
Un violoncelista (Jean-Pierre Cassel), miope y gruñón, conoce a Felicia (Bardot), una preciosa mujer, caprichosa y elitista, cuando su Citroën embiste su Rolls. El personaje de Bardot intenta seducir al músico, que se mantiene insensible a sus maniobras.
El cineasta Michel Deville logra una encantadora comedia con aires abiertamente feministas alrededor de dos personajes que no tienen nada en común. Bardot, que buscaba relanzar su carrera, consigue encarnar con mucha personalidad este rol.
La muñeca y el bruto es un poco el Y Dios creó a la mujer de los años 1970. «Deville supo reconstruirme», dijo la actriz. La película logró 1,6 millones de espectadores.
Vie privée (1962)
Una película casi autobiográfica de Louis Malle sobre el acoso de la fama y la presión de ser un icono.
Jill es una joven francesa de 18 años de clase alta que vive con su madre viuda en una lujosa villa a orillas del lago Lemán y toma clases de ballet en París con su amiga Carla. A pesar de salir con Dick, su instructor de ballet, está enamorada en secreto de Fabio Rinaldi, un editor de revista y director de teatro italiano, casado con Carla. Consternada por su amor no correspondido, Jill se muda a París con Dick, a pesar de las protestas de su madre, y emprende una carrera como bailarina. Sin embargo, pronto se aburre de Dick y del ballet, y se dedica brevemente al modelaje para ganar dinero.
¡Viva Maria! (1965)
Bajo la dirección de Louis Malle, otro referente de la Nouvelle Vague, y con guion coescrito por Jean-Claude Carrière (habitual colaborador de Luis Buñuel), ¡Viva María! une a Bardot con Jeanne Moreau, otra musa del cine francés de los años 60. Ambientada a inicios del siglo XX durante una revolución en América Latina (la imaginaria República de San Miguel), las dos carismáticas mujeres rompen clichés y terminan liderando el movimiento de lucha por la libertad.
Jeanne Moreau y Brigitte Bardot compitieron al BAFTA como mejor actriz extranjera en la categoría de comedia por Viva María. Moreau conquistó el premio.
Le Repos du guerrier (1962)
El Reposo del Guerrero es una famosa película francesa de 1962, dirigida por Roger Vadim y protagonizada por la icónica Brigitte Bardot, basada en la novela de Christiane Rochefort, que narra la historia de una joven que salva a un cínico suicida (Robert Hossein) y se ve envuelta en una apasionada y destructiva relación con él, explorando temas de amor, libertad y autodestrucción en el contexto de la vida bohemia y la búsqueda de la felicidad.
La película explora la liberación sexual, el hedonismo, el nihilismo y la lucha por la independencia, temas recurrentes en las obras de Vadim y Bardot.
Fue un gran éxito y consolidó la imagen de Brigitte Bardot como un símbolo sexual y una figura de la contracultura en la década de 1960, reflejando el espíritu de la época.
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