<p>En apenas dos meses, la gran parcela situada a la espalda del Distrito Telefónica, en el barrio de <strong>Las Tablas</strong>, ha mudado por completo el aspecto deshabitado que ha lucido los últimos 20 años para convertirse en un lugar lleno de vida, con un ir y venir constante de grúas y obreros que trabajan a contrarreloj para convertir en realidad un proyecto que lleva una década engranando piezas. Una nave diáfana de 4.500 m2 se levanta ya en este espacio, sin prisa pero sin pausa, para que el próximo 27 de noviembre <i>Buscando a Audrey</i>, el musical sobre este mito del cine, pueda estrenarse en el que será el <strong>teatro efímero</strong> más grande de Madrid.</p>
En apenas cuatro meses se levantará la construcción, de 4500 m2, que acogerá ‘Buscando a Audrey’, una comedia musical que evocará la vida y obra de la actriz
En apenas dos meses, la gran parcela situada a la espalda del Distrito Telefónica, en el barrio de Las Tablas, ha mudado por completo el aspecto deshabitado que ha lucido los últimos 20 años para convertirse en un lugar lleno de vida, con un ir y venir constante de grúas y obreros que trabajan a contrarreloj para convertir en realidad un proyecto que lleva una década engranando piezas. Una nave diáfana de 4.500 m2 se levanta ya en este espacio, sin prisa pero sin pausa, para que el próximo 27 de noviembre Buscando a Audrey, el musical sobre este mito del cine, pueda estrenarse en el que será el teatro efímero más grande de Madrid.
Haciendo el recorrido que a partir de esa fecha podrá realizar el público, GRAN MADRID visitó este miércoles la instalación, que, complemente desmontable, vigila de cerca Since 1953, la productora detrás de este espectáculo, donde también anda implicado el hijo de la actriz, Sean Hepburn Ferrer, además de cerca de 60 inversores, que han puesto sobre la mesa 16 millones de euros para sacar adelante este show.
La fachada principal del llamado Teatro Audrey, en parte cubierta y en parte acristalada, dará entrada a un hall de 900 m2 y 14 metros de altura, que será decorado con elementos que recordarán a la actriz: desde la moto de Vacaciones en Roma o una colección de pósteres de sus películas. «Será espectacular», señalaba este miércoles in situJosé Ignacio Salmerón, impulsor y guionista de la historia y productor del espectáculo.
Este lugar contará con una zona de restauración para los espectadores «en consonancia» con el musical. «No será de lujo pero sí elegante», añadió Salmerón, antes de señalar que, para el cliente VIP que llegará probablemente de la mano de grandes compañías, el teatro también albergara un club con capacidad de 50 personas, que podrán vivir la experiencia junto a una cena especial y una visita al backstage.
Además, «habrá más de 30 baños para mujeres», apuntó también el productor, que pretende acabar, dijo, con las largas colas que se forman en los teatros de la Gran Vía.
Tras este espacio, que también albergará una pantalla de 8×4, guardarropa y zona de merchandising, se levantará el teatro, que, en forma de medio hexágono, contará con tres escenarios.
«Representarán la ciudad de Nueva York. Y habrá tres edificios que estarán vivos y se moverán. Aquí no se cambia el decorado ni hay telón, porque no hay descanso. Es un espectáculo completamente inmersivo, donde la luz es un personaje más», señaló Salmerón sobre el suelo en el que, en escasos meses, los protagonistas de esta historia comenzarán a ensayar.
La escenografía, que ha diseñado la misma compañía que trabaja para el parque Puy du Fou, albergará un standard club, donde trabaja el protagonista masculino del musical; el teatro Bogart, donde tiene lugar el musical sobre la actriz que narra el guión; y una antigua fábrica de cerveza de ladrillo, donde dos monjas crean un centro de acogida para niños necesitados, en un guiño a la labor solidaria que durante años desarrollo Audrey Hepburn de la mano de Unicef.
Sobre el teatro estarán los 18 músicos de la orquesta, cubierta por una gasa que se tornará en invisible según las escenas.
A escasos metros del escenario se dispondrán cerca de 150 butacas giratorias. «Serán como las de la barbería. Y se moverán según dónde esté la acción», detalló Salmerón. Y sobre ellas, se colocarán otras 1300 más. «Aquí no hay visibilidad reducida», añadió mostrando que la nave no cuenta con un solo pilar. «Es una obra increíble de ingeniería», subrayó.
Por último, tras el escenario se creará la «ciudad de los artistas», una zona de casi 800 m2 repartidos en dos plantas donde actores, músicos y demás profesionales tendrán los camerinos, las salas de maquillaje, sastrería, e incluso espacios de ensayo o de fisioterapia. Un plus para los miembros de la producción que distinguirá este espacio también, señaló Salmerón, de los bajos fondos donde se ubica el elenco en los teatros más céntricos.
«Es una construcción efímera. Es como un mecano que se puede montar y desmontar», aseguró el productor sobre este futuro teatro, obra de Ingeproyect. Aunque esa no es la idea. La concesión que el Ayuntamiento de Madrid, propietario del terreno, le ha brindado a Since 1953 es de cuatro años, pero la productora sueña con que el musical funcione y pueda continuar por más tiempo. «Ojalá esto sea un éxito y estemos aquí 20 años. Y que luego pueda dar el salto internacional», indicó Salmerón, quien precisó que aunque este teatro nace para Audrey, «está abierto a otros espectáculos».
Incluso a cualquier evento de grandes dimensiones que ocurra en Madrid, desde los Goya, dijo, a presentaciones de producto, rodajes… «Es un espacio multifuncional», aseguró tras indicar que los lunes y los martes no habrá espectáculo, además de dos meses en verano, y es en esos momentos en los que sus puertas podrían abrirse para este tipo de eventos. Lo que sí se descarta, a pesar de estar «complementamente insonorizado», es que allí se celebren conciertos.
Los productores estiman que a finales de septiembre, la obra haya finalizado para que, una vez instaladas las luces y el sonido, se puedan comenzar los ensayos del musical, que no contará la vida de Audrey Hepburn, sino una historia que evoca a su leyenda, a su elegancia y su saber estar y su labor solidaria, de una forma divertida. «Un musical clásico traído al siglo XXI», definió su autor, que ha creado una historia centrada en la figura de Audrey, que, a punto de estrenar el musical más esperado de la historia, no aparece.
«Toda la parte de producción del musical está ya al 90%«, dijo Salmerón, confiado en que ofrecerá «un espectáculo digno y profesional» que atraerá al público que normalmente se desplaza a la Gran Vía hasta este punto del norte de la capital.
Lo cierto es que las necesidades de espacio para crear ese triple escenario ha llevado a Since 1953 a poner su punto de mira en este descampado de Las Tablas, después de haber probado suerte en Ifema, donde inicialmente iba a instalarse el teatro, que se vio obligado a desplazarse ante la llegada de la F1.
«Es un sitio cómodo y con aparcamiento. En el centro no hay sitio para crear esto. Y la gente se desplaza para ver lo que le interesa», defendía el lugar Salmerón. «Es una apuesta por la población de fuera de la M-30», añadía también el director general de la productora, Beltrán Navarro.
Si no hay contratiempos, el 27 de noviembre el musical Buscando a Audrey llegará a Madrid, a este teatro efímero, con Teresa Abarca (Adri), Miguel Ángel Belotto (Bob) como protagonistas, la dirección de Juan Luis Iborra y la música de Fernando Velázquez, ganador de un Grammy y un Goya y autor de las bandas sonoras de Lo imposible, Ocho Apellidos Vascos o El Orfanato.
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