<p>Irreverente y con la intención de ridiculizar a la virgen. Así ve el Arzobispado de Barcelona <a href=»https://www.barcelona.cat/lamerce/es/carteles-y-programas»>el cartel de la fiesta mayor de la Mercè </a>(o de la Merced), que se celebra el 24 de septiembre. ¿El problema? La imagen cabaretera y circense que se ofrece de la patrona de Barcelona, qua aparece como <strong>la reina de una suerte de carro de feria. </strong>Apenas una semana después de que el Ayuntamiento diera a conocer el cartel oficial y el vídeo de las fiestas, diseñado por el director teatral <strong>Lluís Danés,</strong> el Arzobispado ha emitido un comunicado en el que lamenta que se «utilice de manera irreverente diferentes formas religiosas con la intención de ridiculizar la imagen de la Virgen».</p>
La Iglesia ha emitido un comunicado en el que lamenta la «irreverencia» de la campaña institucional y pide «respeto» hacia los creyentes y la patrona de la ciudad
Irreverente y con la intención de ridiculizar a la virgen. Así ve el Arzobispado de Barcelona el cartel de la fiesta mayor de la Mercè (o de la Merced), que se celebra el 24 de septiembre. ¿El problema? La imagen cabaretera y burlesque que se ofrece de la patrona de Barcelona. Apenas una semana después de que el Ayuntamiento diera a conocer el cartel oficial y el vídeo de las fiestas, diseñado por el artista Lluís Danés, el Arzobispado ha emitido un comunicado en el que lamenta que se «utilice de manera irreverente diferentes formas religiosas con la intención de ridiculizar la imagen de la Virgen».
El reconocido escenógrafo y director Lluís Danés quiso darle un toque teatral a la campaña de esta edición. Pero su propuesta, basada en el burlesque y el circo, no ha sentado bien en la Iglesia, tal y como manifiesta en su escrito: «Aunque acepta que el Ayuntamiento quiera dar un tono exclusivamente laico a la fiesta mayor, desea expresar su sorpresa por el hecho de que cada año el cartel introduzca el uso de elementos religiosos; este año ha sido la referencia a un retablo y a una corona que alude a la Virgen».
En los últimos lustros, la fiesta de la Mercè se ha ido despojando de su carácter religioso para potenciar el de ocio. De hecho, la tradicional misa en la Basílica de la Mercè ya ni siquiera forma parte del programa oficial de las fiestas, algo que el Arzobispado también afea al Consistorio y pide que este año sí se incluya.
En su breve y contundente comunicado, el Arzobispado pide respeto a la comunidad cristiana: «En democracia deben respetarse los sentimientos del prójimo, y en este cartel de fiesta mayor se vulneran los sentimientos de quienes veneran y respetan lo que significa la patrona de esta noble ciudad y su historia construida en torno a ella». Casi como lección de historia, desde la Iglesia se recuerda el fuerte vínculo entre la Mercè y Barcelona: «Esta fiesta y la historia de la Orden de la Merced nacieron en nuestra ciudad, el 10 de agosto del año 1218, en un acto celebrado en la catedral, que contó con el apoyo del rey Jaime I y del obispo Berenguer de Palou».
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