<p>El <strong>museo del Louvre</strong> permanece «parcialmente cerrado» este miércoles tras al voto unánime de los trabajadores a favor de <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/2025/12/15/693fe00221efa083088b457f.html» target=»_blank»>seguir adelante con la huelga</a>, en protesta por la sobrecarga laboral, por los problemas de mantenimiento del edificio y por la subida de las tarifas a los visitantes extranjeros fuera de la UE. El museo ha comunicado a mediodía que ciertas salas <strong>»permanecerán excepcionalmente cerradas»</strong> mientras continúen los paros.</p>
Los empleados del museo parisino reclaman la contratación de personal suplementario para hacer frente a la avalancha de 30.000 visitantes diarios
El museo del Louvre permanece «parcialmente cerrado» este miércoles tras al voto unánime de los trabajadores a favor de seguir adelante con la huelga, en protesta por la sobrecarga laboral, por los problemas de mantenimiento del edificio y por la subida de las tarifas a los visitantes extranjeros fuera de la UE. El museo ha comunicado a mediodía que ciertas salas «permanecerán excepcionalmente cerradas» mientras continúen los paros.
La presión va a más sobre la presidenta del museo, Laurence des Cars, que este miércoles ha comparecido por segunda vez en el Senado en la investigación abierta por el robo de las joyas de Napoléon y la Emperatriz, el pasado 19 de octubre.
«La dirección del Louvre no aporta ninguna solución a nuestros problemas», declaró Élise Muller, representante del sindicato SUD-Culture, a los pies de la pirámide en el momento de confirmar la prolongación de la huelga iniciada el lunes (el martes era el día semanal de cierre del museo). «La propuestas formuladas por el Ministerio de Cultura tampoco atienden a nuestras demandas».
Los trabajadores reclaman la contratación de personal suplementario para hacer frente a la avalancha de 30.000 visitantes diarios, especialmente la congestionada zona de recepción bajo la pirámide y en varios de los puntos más masificados del museo, cuyos problemas parecen agudizarse desde el espectacular robo.
Cientos de turistas han vuelto entre tanto a hacer cola el miércoles a los pies de la pirámide esperando la anunciada reapertura parcial, bajo servicios mínimos y con el cierre de numerosas salas. Los paros amenazan con poner al museo más visitado del mundo en una situación crítica en los momentos de mayor afluencia de público del año con las vacaciones navideñas.
La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, ha reconocido ante el Senado la existencia «un punto de inmensa debilidad» del Louvre: los fallos en la cadena de trasmisión de información. Solo así se explica que no llegara a sus manos la auditoría efectuada en el 2018 por orden de su predecesor, Jean-Luc Martínez, que identificaba el balcón de la Galería Apollo (desde donde se prepetró el robo) como uno de los puntos más «vulnerables» del museo.
Des Cars ha informado de las nuevas medidas de seguridad, desde el puesto de la policía en la rotonda de Carousel al despliegue de un centenar de cámaras adicionales de videovigilancia, pero admitió «los problemas de saturación» que siguen comprometiendo el funcionamiento del museo: «La pirámide fue diseñada para desapachar a cuatro millones de visitantes anuales y son ya casi nueve millones».
Des Cars tuvo que encajar peticiones de dimisión como la formulada por el diputado de Agrupación Nacional Max Brisson: «¿Cómo ha podido permitir que el mayor museo del mundo, uno de los más amados por el público, nuestra joya nacional, se encuentre en tal estado de vulnerabilidad?».
La presidenta del Louvre, cuya dimisión fue rechazada por Macron, defendió su gestión y aseguró que el criticado proyecto de Nuevo Renacimiento del Louvre, pretende precisamente «renovar y restaurar la institución en la línea de cómo lo están haciendo otros grandes museos del mundo, además de proporcionar una sala digna donde contemplar la Mona Lisa».
El ex presidente del Louvre Jean-Luc Martínez compareció por su parte el martes en el Senado y aseguró que «contrariamente a lo que se piensa, la cultura de prevención de robos no había desaparecido«. Martínez cedió el testigo en el 2021 a Laurence des Cars y dos años antes, en el 2019, encargó una auditoría a la firma de joyeros Van Cleef & Arpels que identificó el balcón de la Galería Apolo desde donde se perpetró el robo como uno de los «puntos más vulnerables» del museo.
«Es extremadamente sorprendente que los fallos de seguridad que permitieron a los delincuentes consumar el robo del 19 de octubre se habían identificado», argumentó el senador Laurent Lafon durante la comparecencia de Martínez. «Ninguna de las direcciones sucesivas está libre de culpa».
Martínez admitió que el plan maestro de seguridad había sufrido retrasos, especialmente por el cierre del museo durante el Covid, y aseguró que su objetivo, antes de abandonar el puesto, era que el plan estuviera listo para los Juegos Olímpicos del 2024. El ex presidente del Louvre aseguró que hubo «continuidad» en la sucesión al frente del museo, y destacó «la complejidad de lo que significa trasmitir la historia y al gestión de un museo de 250.000 metros cuadrados de superficie».
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