<p><a href=»https://www.elmundo.es/cultura/musica/taylor-swift.html»><strong>Taylor Swift</strong></a> no se ha llevado ninguno de los seis premios a los que optaba en los <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/musica/2025/02/03/67a0280ffdddffe95a8b4576.html»><strong>premios Grammy</strong></a> por <i>The Tortured Poets Department</i>. En la gala que se ha celebrado este domingo por la noche en Los Ángeles, <strong>Beyoncé </strong>y <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/musica/2025/02/03/67a054e2fc6c83db4f8b4591.html»><strong>Kendrick Lamar</strong></a> han dominado las categorías principales: ella se ha llevado el galardón a mejor álbum de 2024 por <i>Cowboy Carter </i>y él ha arrasado con <i>Not Like Us</i> como mejor canción y mejor grabación del año (dos de los cinco premios que se ha llevado esta noche).</p>
La megaestrella de 2024 no se ha llevado ninguno de los seis premios a los que optaba por The Tortured Poets Department. ¿Por qué no es una mala noticia para ella?
Taylor Swift no se ha llevado ninguno de los seis premios a los que optaba en los premios Grammy por The Tortured Poets Department. En la gala que se ha celebrado este domingo por la noche en Los Ángeles, Beyoncé y Kendrick Lamar han dominado las categorías principales: ella se ha llevado el galardón a mejor álbum de 2024 por Cowboy Carter y él ha arrasado con Not Like Us como mejor canción y mejor grabación del año (dos de los cinco premios que se ha llevado esta noche).
¿Es una mala noticia para Taylor Swift? ¿Significa el fin de su reinado? En absoluto. De hecho, puede ser incluso una buena noticia para ella.
Taylor Swift comparecía en esta ceremonia con un doble disco ambicioso, aunque irregular (tampoco Cowboy Carter es el mejor disco de Beyoncé). Es un proyecto que precisamente anunció en 2024 en el escenario de los Grammy: aquella noche de hace un año, la omnipresente megaestrella hizo historia al convertirse en la primera persona en conseguir en cuarta ocasión el premio a mejor álbum del año (Fearless, 1989, Folklore y Midnights).
En el firmamento del pop, Taylor Swift ha adquirido el tamaño de una estrella hipermasiva que parece eclipsarlo todo, un gigante azul que en su expansión interminable ha ido engullendo todo lo que hay alrededor de su órbita. Una quinta victoria en la categoría reina de los Grammy habría resultado probablemente contraproducente, especialmente por ser un galardón largamente perseguido por Beyoncé, su álter ego en el pop del siglo XXI. El premio no habría aportada nada nuevo al estatus de Swift, solo un chorreo de mensajes en redes sociales sobre su dominio abusivo y sobre un nuevo robo ala reina Bey.
Los Grammy han sido acusados en el pasado de manera reiterada de racismo en sus nominaciones y votaciones. De hecho, Beyoncé es la primera artista negra que gana el premio a mejor álbum del año en este siglo. Los resultados de esta 67ª edición, con Beyoncé y Kendrick Lamar ocupando los titulares, ayudan a descargar la presión sobre Taylor Swift, que ya ha batido todos los récords imaginables.
Taylor Swift también ha perdido rotundamente esta noche en las categorías de pop frente a Sabrina Carpenter, confirmada como la nueva estrella del pop estadounidense.
Termina así, de manera discreta, un ciclo fabuloso en el que Swift ha ofrecido la gira más rentable de la historia de la música, con una recaudación de 2.000 millones de euros, y en el que su último disco ha vuelto a batir récords de ventas y de escuchas.
Cuando el próximo domingo su novio, Travis Kelce, dispute la Super Bowl con los Kansas City Chiefs y los planos de Taylor Swift en pantalla vuelvan a protagonizar millones de memes y comentarios, la artista podrá desvanecerse por fin y concentrarse en su próxima era, sin el peso de ser el prodigio que gana en todo y que vive en una de esas familias en las siempre se oyen risas y voces alegres y en las que parece que hasta el perro se ríe con ellos.
En un discurso ante estudiantes universitarios, Roger Federer explicó que a lo largo de su majestuosa y pluscuamperfecta trayectoria solo había hecho un 56% de golpes ganadores. Incluso para la máquina de tenis más perfecta del mundo, perder es algo bastante frecuente. No hay nada más repelente que no perder nunca. Por eso hoy Taylor Swift nos parece más humana, y mejor, y un día cuando vuelva a ganar el premio a mejor disco del año en los Grammy todos aplaudirán satisfechos.
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