Skip to content
  jueves 31 julio 2025
Novedad
julio 31, 2025Telecinco estrenará en septiembre un magazine vespertino presentado por Joaquín Prat julio 31, 2025Las ‘sinsombrero’ inglesas de finales del XIX llegan a España tras 100 años de olvido julio 31, 2025Pedro Pascal, ¿demasiado bueno para ser verdad? julio 31, 2025‘Mil hombres y yo’: el documental sobre la actriz porno que ha revolucionado la industria julio 31, 2025Cómo fotografiar a un padre que ya no está julio 31, 2025Moderna, republicana y olvidada: la mejor cronista de la Edad de Plata del periodismo español julio 31, 2025Ocho lectores de entre 8 y 17 años recomiendan sus libros favoritos para disfrutar leyendo este verano julio 31, 2025La figura ausente: fotografiar al padre julio 30, 2025Contrarreloj para estrenar el Espacio Audrey, el teatro efímero más grande de Madrid: un edificio como un mecano, tres escenarios vivos y un club para los VIP julio 30, 2025Kendrick Lamar y SZA en Barcelona: himnos para la rebelión y el amor de dos estrellas en la cumbre
  • Entradas
  • Sobre Nosotros
  • Contacto
EscritoresdeÉlite | Todo lo que pase en la Élite lo contamos.
  • Arte
  • Cine
  • Televisión
  • Cultura
  • Libros
  • Teatro
  • Historia
  • Contacto
EscritoresdeÉlite | Todo lo que pase en la Élite lo contamos.
EscritoresdeÉlite | Todo lo que pase en la Élite lo contamos.
  • Arte
  • Cine
  • Televisión
  • Cultura
  • Libros
  • Teatro
  • Historia
  • Contacto
  • Entradas
  • Sobre Nosotros
  • Contacto
EscritoresdeÉlite | Todo lo que pase en la Élite lo contamos.
  Libros  Tipos complicados
Libros

Tipos complicados

julio 22, 2025
FacebookX TwitterPinterestLinkedInTumblrRedditVKWhatsAppEmail

—Algunas personas dicen que no entienden lo que usted escribe, incluso después de leerlo dos o tres veces. ¿Qué les sugeriría que hicieran?

—Que lo leyeran cuatro veces.

Esta mañana de finales de junio, la legendaria respuesta de William Faulkner para The Paris Review me permite entrar directamente en materia y acordarme de las diferencias entre libros que se venden mucho (porque, como decía Bolaño, “cuentan historias que se entienden”) y libros que, por inscribirse en una tradición más compleja de construcción de historias, “se entienden” menos y salen malparados cuando se les compara con esa narrativa que podríamos llamar “normal” y que no es otra que la que todo el mundo consume sin más problema.

¿Narrativa normal? Retiro el monstruoso adjetivo. Porque, ¿cómo interpretar algo así? ¿Narrativa que no marea la perdiz y toma la línea recta para contar algo? Creo que detrás de la división bolañesca se esconde un conflicto entre el impulso antintelectual de la cultura de masas que no ha parado de crear bestias bestiales y narradores sencillos. Toda esa serie incesante de escritores que se adaptan, que se someten a cierta tentación analfabeta y se presentan ante los lectores (para no asustarlos) como personas no intelectuales o no demasiado intelectuales, alejadas de esa clase de gente que lo enrarece todo porque piensa demasiado.

Volvámonos simples, sencillos, es una opción bien divertida, aunque solo sea porque a algunos les permite hacerse pasar por burros. Y es evidente que entre una y otra forma de mirar la vida hay un claro abismo, muy probablemente el mismo que existe entre los que se contentan narrando las historias sin más (como si hubieran recientemente llegado al mundo y fueran del todo inocentes y no tuvieran referencias de que alguien hubiera hablado ya antes de todo aquello) y los que, en cambio, sienten la necesidad de construir esas historias de una forma más compleja y diferente, no ignorando que es preciso relacionarlo todo e investigar, no cesar en los intentos de ver más.

Dicho de otro modo. Ante todo, dos grupos, tendencias, por mucho que sepamos que hay muchas más: los de la taberna (o tabarra) es decir, la de los narradores lineales o registradores de lo positivo, ahí el mundo, tal como nos ha sido dado, no es puesto nunca en duda; pero en el otro extremo, en el callejón de los tipos complicados, se evoca lo negativo y, de un modo u otro, todos parecen afiliados a este aforismo de Kafka: “Sé nadar como los otros, pero tengo mejor memoria que ellos y no he olvidado el no-saber-nadar de antaño. Y como no lo he olvidado, el saber-nadar no me sirve de nada y, en consecuencia, no sé nadar”.

En el sobrio y a veces terrorífico ambiente de los tipos complicados —probablemente un callejón de mala vida, de ásperos muros de ladrillo cubiertos de sombras— se considera un crimen desaprovechar con un relato lineal las inmensas posibilidades que ofrece una historia que para ser más profundamente comunicada exige a veces un inteligente zigzagueo en la narración. También es cierto que, quizás porque han de pagar su osadía o melancolía, los tipos complicados no saben nadar y suelen tener menos lectores, pero eso no tiene nada trágico; al contrario: habiendo nadado tanto, ¿qué le queda ahí por aprender, suponiendo que crea que ha de aprender?

Seguir leyendo

 ¿Cómo interpretar una narrativa que no marea la perdiz y toma la línea recta para contar algo?  

Café Perec
Columna

Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¿Cómo interpretar una narrativa que no marea la perdiz y toma la línea recta para contar algo?

El escritor William Faulkner.
El escritor William Faulkner.Albert Harlingue (© Albert Harlingue / Roger-Viol)
Enrique Vila-Matas

—Algunas personas dicen que no entienden lo que usted escribe, incluso después de leerlo dos o tres veces. ¿Qué les sugeriría que hicieran?

—Que lo leyeran cuatro veces.

Esta mañana de finales de junio, la legendaria respuesta de William Faulkner para The Paris Review me permite entrar directamente en materia y acordarme de las diferencias entre libros que se venden mucho (porque, como decía Bolaño, “cuentan historias que se entienden”) y libros que, por inscribirse en una tradición más compleja de construcción de historias, “se entienden” menos y salen malparados cuando se les compara con esa narrativa que podríamos llamar “normal” y que no es otra que la que todo el mundo consume sin más problema.

Más información

Philippe Parreno, creador de presencias

Más Noticias

Los diluvios

julio 21, 2025

24 mercados del mundo en un libro ilustrado para niños y recetas en forma de cómic

julio 20, 2025

Moderna, republicana y olvidada: la mejor cronista de la Edad de Plata del periodismo español

julio 31, 2025

‘Las negras’, de Yolanda Arroyo Pizarro: el conjuro caribeño de las ‘ancestras’

julio 17, 2025

¿Narrativa normal? Retiro el monstruoso adjetivo. Porque, ¿cómo interpretar algo así? ¿Narrativa que no marea la perdiz y toma la línea recta para contar algo? Creo que detrás de la división bolañesca se esconde un conflicto entre el impulso antintelectual de la cultura de masas que no ha parado de crear bestias bestiales y narradores sencillos. Toda esa serie incesante de escritores que se adaptan, que se someten a cierta tentación analfabeta y se presentan ante los lectores (para no asustarlos) como personas no intelectuales o no demasiado intelectuales, alejadas de esa clase de gente que lo enrarece todo porque piensa demasiado.

Volvámonos simples, sencillos, es una opción bien divertida, aunque solo sea porque a algunos les permite hacerse pasar por burros. Y es evidente que entre una y otra forma de mirar la vida hay un claro abismo, muy probablemente el mismo que existe entre los que se contentan narrando las historias sin más (como si hubieran recientemente llegado al mundo y fueran del todo inocentes y no tuvieran referencias de que alguien hubiera hablado ya antes de todo aquello) y los que, en cambio, sienten la necesidad de construir esas historias de una forma más compleja y diferente, no ignorando que es preciso relacionarlo todo e investigar, no cesar en los intentos de ver más.

Dicho de otro modo. Ante todo, dos grupos, tendencias, por mucho que sepamos que hay muchas más: los de la taberna (o tabarra) es decir, la de los narradores lineales o registradores de lo positivo, ahí el mundo, tal como nos ha sido dado, no es puesto nunca en duda; pero en el otro extremo, en el callejón de los tipos complicados, se evoca lo negativo y, de un modo u otro, todos parecen afiliados a este aforismo de Kafka: “Sé nadar como los otros, pero tengo mejor memoria que ellos y no he olvidado el no-saber-nadar de antaño. Y como no lo he olvidado, el saber-nadar no me sirve de nada y, en consecuencia, no sé nadar”.

En el sobrio y a veces terrorífico ambiente de los tipos complicados —probablemente un callejón de mala vida, de ásperos muros de ladrillo cubiertos de sombras— se considera un crimen desaprovechar con un relato lineal las inmensas posibilidades que ofrece una historia que para ser más profundamente comunicada exige a veces un inteligente zigzagueo en la narración. También es cierto que, quizás porque han de pagar su osadía o melancolía, los tipos complicados no saben nadar y suelen tener menos lectores, pero eso no tiene nada trágico; al contrario: habiendo nadado tanto, ¿qué le queda ahí por aprender, suponiendo que crea que ha de aprender?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Añadir usuarioContinuar leyendo aquí

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Enrique Vila-Matas

Enrique Vila-Matas (1948). Narrador que mezcla ficción y ensayo. En su obra destacan ‘Historia abreviada de la literatura portátil’, ‘Bartleby y compañía’, ‘El mal de Montano’, ‘Kassel no invita a la lógica’, y ‘Montevideo’. Prix Médicis-Étranger, premio de la FIL Guadalajara, premio Formentor, premio Rómulo Gallegos. Traducido a 38 idiomas.

Normas ›

Mis comentariosNormas

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Please enable JavaScript to view the <a href=»https://disqus.com/?ref_noscript» rel=»nofollow»> comments powered by Disqus.</a>

Más información

Celebración del Bloomsday, el pasado 16 de junio, en la madrileña Cuesta de Moyano.
Alan Pauls, en Turín, el 16 de octubre de 2021.

Archivado En

  • Cultura
  • Libros
  • Literatura
  • Alejandro Bolaños
  • William Faulkner
  • Escritores
  • Narrativa

Si está interesado en licenciar este contenido, pinche aquí

_

Últimas noticias

05:20
05:20
05:20
05:15

Lo más visto

 EL PAÍS

FacebookX TwitterPinterestLinkedInTumblrRedditVKWhatsAppEmail
El exilio secreto de la Banksy afgana: «Me miraban, me insultaban y me acosaban, y yo aprendí a concentrarme bajo ese asedio constante»
El emperador que lo conquistó (casi) todo: guerras, gloria y la historia que no sabías que querías leer
Leer también
Televisión

Telecinco estrenará en septiembre un magazine vespertino presentado por Joaquín Prat

julio 31, 2025
Libros

Las ‘sinsombrero’ inglesas de finales del XIX llegan a España tras 100 años de olvido

julio 31, 2025
Televisión

Pedro Pascal, ¿demasiado bueno para ser verdad?

julio 31, 2025
Televisión

‘Mil hombres y yo’: el documental sobre la actriz porno que ha revolucionado la industria

julio 31, 2025
Libros

Cómo fotografiar a un padre que ya no está

julio 31, 2025
Libros

Moderna, republicana y olvidada: la mejor cronista de la Edad de Plata del periodismo español

julio 31, 2025
Cargar más

Lo que ‘Sirāt’ y la cultura ‘raver’ nos enseñan

julio 25, 2025

Un colono israelí mata en la Cisjordania ocupada a un activista palestino que ayudó a grabar ‘No Other Land’

julio 28, 2025

Dani Rovira: “Nunca creí que iba caer en una depresión, pensaba que era de gente débil”

julio 19, 2025

Una inmersión en el Monte Verità: la colina del Ticino donde la utopía se hizo arte

julio 27, 2025

Kendrick Lamar y SZA en Barcelona: himnos para la rebelión y el amor de dos estrellas en la cumbre

julio 30, 2025

Muere a los 41 años Javier Mardones, presentador de Castilla y León Televisión

julio 17, 2025

Muere el escritor asturiano Xuan Bello a los 60 años

julio 30, 2025

Netflix reconoce que ha utilizado por primera vez IA generativa en uno de sus proyectos, ‘El eternauta’

julio 18, 2025

Las ‘sinsombrero’ inglesas de finales del XIX llegan a España tras 100 años de olvido

julio 31, 2025

‘Superestar’, una mirada surrealista, lynchiana y tierna al ‘tamarismo’

julio 18, 2025

    © 2024. EscritoredeÉlite. Todos los derechos reservados.
    • Aviso Legal
    • Política de Cookies
    • Política de Privacidad