“Cocinar puede ser mucho más que una simple tarea. Nos pone en contacto con lo que comemos, el lugar de donde procede, la interacción de los sabores, lo que hace por nuestra salud”, escribe Carl Honoré en el libro Elogio de la lentitud. El manifiesto fundacional del movimiento Slow (RBA). “Cuando uno tiene suficiente tiempo para ello, cuando el apresuramiento no forma parte de la receta, cocinar es una estupenda manera de relajarse”, concluye. El libro defiende el producto de proximidad, los mercados, el calendario de la alimentación responsable y todos los epígrafes que dan forma al manifiesto Slow Food que lidera Carlo Petrini. Sin embargo, la realidad en las grandes ciudades es la prisa, el fugaz minutero. Si releemos el libro Ciudades Hambrientas (Capitán Swing) de la arquitecta y escritora Carolyn Steel, encontraremos la reflexión sobre ese tiempo que se manifiesta en la vida de las ciudades y con ellas, la manera de relacionarnos, de alimentarnos. Como diría la filósofa Hannah Arendt: “Una ciudad es una memoria organizada” a lo que se podría añadir que además es el reflejo de lo que somos y comemos.
Así, centrándonos en la ciudad de Madrid y en un lugar: la Feria del Libro (que hoy domingo finaliza). Nos hemos parado a escuchar las peticiones de los lectores que acuden a una caseta especializada en gastronomía y el resultado de sus deseos y/o necesidades es el siguiente: las famosas tres ‘BES’: un libro bueno, bonito y barato. Y, como añadido, un libro que tenga la receta mágica para cocinar saludable y en muy poco tiempo.
Los recetarios tradicionales alzan la cuchara en pro de la calma, de los sofritos a fuego lento, de los caldos reducidos, de la caricia pertinente a la hora de cocinar. Frente a ellos proliferan los libros que huyen de complicaciones: 5 Ingredientes Mediterráneos, Uno. Un recipiente. Recetas fáciles o Simplemente Jamie. Cocina y sencilla y rápida (Grijalbo) todos ellos escritos por el chef y comunicador inglés, Jamie Oliver. “Ahora mismo, se diría que el tiempo es nuestra moneda más valiosa”, escribe el chef al comiendo de Simplemente Jamie. “Ya seas más o menos hábil en la cocina, si vas justo de tiempo tienes que enfocar las comidas de manera inteligente (…) He escrito este libro para ayudarte a disfrutar de la simple dicha de cocinar”, subraya el chef. Así, este libro comienza haciendo un repaso a la despensa esencial y continúa con la sugerencia de los aliños básicos. A partir de ahí, escalfa un pollo y te da recetas diferentes para utilizarlo durante una semana, te precalienta el horno y comienza a meter recetas sugerentes para toda la familia, como unos jalapeños en conserva y te llena de creatividad la cocina.
Sigue moda el batch cooking, es decir, la manera en la que nuestras abuelas y madres organizaban la cocina para tener platos diferentes durante toda la semana. Eso ayuda a tener no solo un orden en las comidas, sino también a ahorrar en la cesta de la compra y a comer saludable. Pues dentro de esta moda, y dentro de esa búsqueda de las tres ‘bes’ encontramos el libro Cocina healthy en 2 horas para toda la semana, de Stéphanie de Turckheim (Planeta). “Cocinar todo el menú en poco tiempo, con ingredientes saludables y recetas atractivas (…) ¡qué alegría te va a dar cuando veas todas las fiambreras ordenadas en la nevera!”, escribe la autora. Es un libro repleto de fotografías, con los ingredientes de la mise en place y el plato final, con bodegones de ingredientes y una narración de las recetas ordenadas: cada semana, un menú diferente, plato principal y postre. En total, dieciséis menús ordenados por estaciones. En esencia, la búsqueda de la simplicidad.
“Lo que una persona entiende por ‘no liarse en la cocina’ puede ser la peor pesadilla culinaria de otra”, escribe Yotam Ottolenghi al comienzo de su libro Cocina Simple (Salamandra). “Pero hay diferentes formas de entender la simplicidad: para unos puede ser meter algo en el horno; para otros el tener las salsas y los estofados listos y bien conservados para poder usarlos en cualquier momento (…) De esto va Cocina Simple, de comprender que hay más de una forma de poner una comida sobre la mesa y todo el mundo entiende algo distinto por ‘no liarse en la cocina». El libro, como otros tantos del chef, es una joya. Y sí, ha conseguido hacer un libro sencillo aunque, como apunta con humor el propio autor: “Simple y Ottolenghi no son términos contradictorios”.
El libro, como otros tantos de esta misma temática, comienza con la sugerencia de cómo ordenar tu despensa y luego reflexiona sobre conceptos como el de menos es más, el perfil de los cocineros perezosos o reflexiona sobre ingredientes y temperaturas de horneado antes de comenzar a sugerir recetas como: crema fría de pepino y coliflor; Zanahorias baby asadas con harissa y granada; Arayes de cordero con tahina y zumaque; Bacalao con salsa de tomate picante y tahina.
“Cocinar puede ser mucho más que una simple tarea. Nos pone en contacto con lo que comemos, el lugar de donde procede, la interacción de los sabores, lo que hace por nuestra salud”, escribe Carl Honoré en el libro Elogio de la lentitud. El manifiesto fundacional del movimiento Slow (RBA). “Cuando uno tiene suficiente tiempo para ello, cuando el apresuramiento no forma parte de la receta, cocinar es una estupenda manera de relajarse”, concluye. El libro defiende el producto de proximidad, los mercados, el calendario de la alimentación responsable y todos los epígrafes que dan forma al manifiesto Slow Food que lidera Carlo Petrini. Sin embargo, la realidad en las grandes ciudades es la prisa, el fugaz minutero. Si releemos el libro Ciudades Hambrientas (Capitán Swing) de la arquitecta y escritora Carolyn Steel, encontraremos la reflexión sobre ese tiempo que se manifiesta en la vida de las ciudades y con ellas, la manera de relacionarnos, de alimentarnos. Como diría la filósofa Hannah Arendt: “Una ciudad es una memoria organizada” a lo que se podría añadir que además es el reflejo de lo que somos y comemos. Así, centrándonos en la ciudad de Madrid y en un lugar: la Feria del Libro (que hoy domingo finaliza). Nos hemos parado a escuchar las peticiones de los lectores que acuden a una caseta especializada en gastronomía y el resultado de sus deseos y/o necesidades es el siguiente: las famosas tres ‘BES’: un libro bueno, bonito y barato. Y, como añadido, un libro que tenga la receta mágica para cocinar saludable y en muy poco tiempo. Los recetarios tradicionales alzan la cuchara en pro de la calma, de los sofritos a fuego lento, de los caldos reducidos, de la caricia pertinente a la hora de cocinar. Frente a ellos proliferan los libros que huyen de complicaciones: 5 Ingredientes Mediterráneos, Uno. Un recipiente. Recetas fáciles o Simplemente Jamie. Cocina y sencilla y rápida (Grijalbo) todos ellos escritos por el chef y comunicador inglés, Jamie Oliver. “Ahora mismo, se diría que el tiempo es nuestra moneda más valiosa”, escribe el chef al comiendo de Simplemente Jamie. “Ya seas más o menos hábil en la cocina, si vas justo de tiempo tienes que enfocar las comidas de manera inteligente (…) He escrito este libro para ayudarte a disfrutar de la simple dicha de cocinar”, subraya el chef. Así, este libro comienza haciendo un repaso a la despensa esencial y continúa con la sugerencia de los aliños básicos. A partir de ahí, escalfa un pollo y te da recetas diferentes para utilizarlo durante una semana, te precalienta el horno y comienza a meter recetas sugerentes para toda la familia, como unos jalapeños en conserva y te llena de creatividad la cocina. Sigue moda el batch cooking, es decir, la manera en la que nuestras abuelas y madres organizaban la cocina para tener platos diferentes durante toda la semana. Eso ayuda a tener no solo un orden en las comidas, sino también a ahorrar en la cesta de la compra y a comer saludable. Pues dentro de esta moda, y dentro de esa búsqueda de las tres ‘bes’ encontramos el libro Cocina healthy en 2 horas para toda la semana, de Stéphanie de Turckheim (Planeta). “Cocinar todo el menú en poco tiempo, con ingredientes saludables y recetas atractivas (…) ¡qué alegría te va a dar cuando veas todas las fiambreras ordenadas en la nevera!”, escribe la autora. Es un libro repleto de fotografías, con los ingredientes de la mise en place y el plato final, con bodegones de ingredientes y una narración de las recetas ordenadas: cada semana, un menú diferente, plato principal y postre. En total, dieciséis menús ordenados por estaciones. En esencia, la búsqueda de la simplicidad. “Lo que una persona entiende por ‘no liarse en la cocina’ puede ser la peor pesadilla culinaria de otra”, escribe Yotam Ottolenghi al comienzo de su libro Cocina Simple (Salamandra). “Pero hay diferentes formas de entender la simplicidad: para unos puede ser meter algo en el horno; para otros el tener las salsas y los estofados listos y bien conservados para poder usarlos en cualquier momento (…) De esto va Cocina Simple, de comprender que hay más de una forma de poner una comida sobre la mesa y todo el mundo entiende algo distinto por ‘no liarse en la cocina». El libro, como otros tantos del chef, es una joya. Y sí, ha conseguido hacer un libro sencillo aunque, como apunta con humor el propio autor: “Simple y Ottolenghi no son términos contradictorios”.El libro, como otros tantos de esta misma temática, comienza con la sugerencia de cómo ordenar tu despensa y luego reflexiona sobre conceptos como el de menos es más, el perfil de los cocineros perezosos o reflexiona sobre ingredientes y temperaturas de horneado antes de comenzar a sugerir recetas como: crema fría de pepino y coliflor; Zanahorias baby asadas con harissa y granada; Arayes de cordero con tahina y zumaque; Bacalao con salsa de tomate picante y tahina. Seguir leyendo
“Cocinar puede ser mucho más que una simple tarea. Nos pone en contacto con lo que comemos, el lugar de donde procede, la interacción de los sabores, lo que hace por nuestra salud”, escribe Carl Honoré en el libro Elogio de la lentitud. El manifiesto fundacional del movimiento Slow (RBA). “Cuando uno tiene suficiente tiempo para ello, cuando el apresuramiento no forma parte de la receta, cocinar es una estupenda manera de relajarse”, concluye. El libro defiende el producto de proximidad, los mercados, el calendario de la alimentación responsable y todos los epígrafes que dan forma al manifiesto Slow Food que lidera Carlo Petrini. Sin embargo, la realidad en las grandes ciudades es la prisa, el fugaz minutero. Si releemos el libro Ciudades Hambrientas (Capitán Swing) de la arquitecta y escritora Carolyn Steel, encontraremos la reflexión sobre ese tiempo que se manifiesta en la vida de las ciudades y con ellas, la manera de relacionarnos, de alimentarnos. Como diría la filósofa Hannah Arendt: “Una ciudad es una memoria organizada” a lo que se podría añadir que además es el reflejo de lo que somos y comemos.

Así, centrándonos en la ciudad de Madrid y en un lugar: la Feria del Libro (que hoy domingo finaliza). Nos hemos parado a escuchar las peticiones de los lectores que acuden a una caseta especializada en gastronomía y el resultado de sus deseos y/o necesidades es el siguiente: las famosas tres ‘BES’: un libro bueno, bonito y barato. Y, como añadido, un libro que tenga la receta mágica para cocinar saludable y en muy poco tiempo.
Los recetarios tradicionales alzan la cuchara en pro de la calma, de los sofritos a fuego lento, de los caldos reducidos, de la caricia pertinente a la hora de cocinar. Frente a ellos proliferan los libros que huyen de complicaciones: 5 Ingredientes Mediterráneos, Uno. Un recipiente. Recetas fáciles o Simplemente Jamie. Cocina y sencilla y rápida (Grijalbo) todos ellos escritos por el chef y comunicador inglés, Jamie Oliver. “Ahora mismo, se diría que el tiempo es nuestra moneda más valiosa”, escribe el chef al comiendo de Simplemente Jamie. “Ya seas más o menos hábil en la cocina, si vas justo de tiempo tienes que enfocar las comidas de manera inteligente (…) He escrito este libro para ayudarte a disfrutar de la simple dicha de cocinar”, subraya el chef. Así, este libro comienza haciendo un repaso a la despensa esencial y continúa con la sugerencia de los aliños básicos. A partir de ahí, escalfa un pollo y te da recetas diferentes para utilizarlo durante una semana, te precalienta el horno y comienza a meter recetas sugerentes para toda la familia, como unos jalapeños en conserva y te llena de creatividad la cocina.

Sigue moda el batch cooking, es decir, la manera en la que nuestras abuelas y madres organizaban la cocina para tener platos diferentes durante toda la semana. Eso ayuda a tener no solo un orden en las comidas, sino también a ahorrar en la cesta de la compra y a comer saludable. Pues dentro de esta moda, y dentro de esa búsqueda de las tres ‘bes’ encontramos el libro Cocina healthy en 2 horas para toda la semana, de Stéphanie de Turckheim (Planeta). “Cocinar todo el menú en poco tiempo, con ingredientes saludables y recetas atractivas (…) ¡qué alegría te va a dar cuando veas todas las fiambreras ordenadas en la nevera!”, escribe la autora. Es un libro repleto de fotografías, con los ingredientes de la mise en place y el plato final, con bodegones de ingredientes y una narración de las recetas ordenadas: cada semana, un menú diferente, plato principal y postre. En total, dieciséis menús ordenados por estaciones. En esencia, la búsqueda de la simplicidad.

“Lo que una persona entiende por ‘no liarse en la cocina’ puede ser la peor pesadilla culinaria de otra”, escribe Yotam Ottolenghi al comienzo de su libro Cocina Simple (Salamandra). “Pero hay diferentes formas de entender la simplicidad: para unos puede ser meter algo en el horno; para otros el tener las salsas y los estofados listos y bien conservados para poder usarlos en cualquier momento (…) De esto va Cocina Simple, de comprender que hay más de una forma de poner una comida sobre la mesa y todo el mundo entiende algo distinto por ‘no liarse en la cocina». El libro, como otros tantos del chef, es una joya. Y sí, ha conseguido hacer un libro sencillo aunque, como apunta con humor el propio autor: “Simple y Ottolenghi no son términos contradictorios”.

El libro, como otros tantos de esta misma temática, comienza con la sugerencia de cómo ordenar tu despensa y luego reflexiona sobre conceptos como el de menos es más, el perfil de los cocineros perezosos o reflexiona sobre ingredientes y temperaturas de horneado antes de comenzar a sugerir recetas como: crema fría de pepino y coliflor; Zanahorias baby asadas con harissa y granada; Arayes de cordero con tahina y zumaque; Bacalao con salsa de tomate picante y tahina.
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